¿Tan mayor y aún toma pecho?

Sí, esa misma pregunta me la han hecho incontables veces sobre mi hija. Empezamos la lactancia sin problemas nada más nacer, luego continuamos con lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, donde empezamos a introducir alimentación complementaria. Aunque la sociedad y los trabajos no nos lo ponen fácil, continuamos con la lactancia hasta el año, momento en que muchas familias se plantean el destete y cambian la leche materna por leche de vaca, de fórmula o cualquier otra opción (todas correctas también). Para mi no resultaba un problema continuar dándole el pecho a mi hija (es decir, mantener la lactancia materna prolongada), más bien al contrario, me ayudaba a regularla emocionalmente, nos creaba una gran conexión (ya se que se puede conseguir de otras formas también) y le aportaba un extra de nutrientes y defensas que nunca viene mal. Además, las recomendaciones actuales de la OMS son las siguientes:
- Lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses
- Lactancia materna como complemento hasta los 12-24 meses
- Es posible maternar todo el tiempo que madre e hijo lo deseen
- No hay establecido un límite superior para finalizar la lactancia
Estas recomendaciones sobre la lactancia materna extraídas de la Asociación Española de pediatría (puedes leer el artículo completo aquí) van acompañadas además a un repaso a la historia de la «lactancia materna» y concluye que, históricamente, la norma era mantener la lactancia hasta los 2 o 3 años y sitúa la media de edad del destete entre los 2,5 y los 7 años. Así que sí, mi hija aún toma el pecho y, por el momento, continuará tomándolo si las dos así los deseamos.
¿Es TAN mayor?
Pues… teniendo en cuenta que la famosa pregunta me la empezaron a cuestionar cómo a partir del año o año y medio de vida… no, no era tan mayor ni de lejos. Teniendo en cuenta las recomendaciones de la OMS para entonces ni siquiera se considera lactancia materna prolongada. De hecho, la mayoría de mujeres (con hijos ya mayores) que me cuentan su experiencia, me hablan de destetes prematuros guiados por los pediatras y las guías de la época. Así me encuentro con lactancias que se veían interrumpidas en cualquier punto entre los 3-6 meses y, a mucho tardar, el año de vida. Parece que, a partir de que el niño o la niña tiene 1 año, ya hay una barrera psicológica que impide concebir el hecho de continuar con la lactancia. Por favor, «¿cómo va a tomar pecho si ya tiene la boca llena de dientes/ ya camina/…?». Además, «la leche ya no les alimenta» (falso) y le podemos añadir un «eso ya es vicio». Por suerte a mí esa última frase no me la han dicho pero poco ha faltado.
Claro, teniendo en cuenta esa perspectiva/mentalidad/creencias erróneas, pues sí, parece que mi hija es muy mayor para continuar tomando el pecho. Por otro lado, también hay como una cierta creencia de que «el dar el pecho» esclaviza y cansa. Es como que si lo mantienes mucho tiempo estás haciendo un sobre-sacrificio que ¿para qué?, «si la criatura ya come, y además no le aporta ya nada» (se dice y se comenta). Pues sí que es cierto que puede llegar a ser muy cansado, pero también es muy práctico y muy cómodo y, como mínimo yo, no he sentido nunca que sea un super mega esfuerzo que me esté costando la vida mantener. Aquí y ahora lo digo: «el día que realmente se me haga tan cuesta arriba, iniciaré el destete, tiene que ser agradable para las dos partes».
Tres años y seguimos…
Y volviendo al tema, si seguimos las recomendaciones que se daban antiguamente sobre la lactancia, y las creencias que se instauraron: sí, mi hija es muy mayor para tomar pecho. Ahora, si miramos las recomendaciones actuales de las principales asociaciones de pediatría y de la propia OMS y vemos cuál es, según los diferentes estudios antropológicos, la mediana de edad del destete natural… no, M. (3 años) no es demasiado mayor, M. toma pecho y ya, sin más, no es demasiado mayor ni demasiado pequeña. Es una lactante a la que le gusta lactar, con una madre contenta y satisfecha con como están las cosas hasta ahora. Así que, ¡viva la lactancia materna prolongada!
Todas las lactancias son validas siempre que se hagan con sentido común, se sigan las recomendaciones actualizadas de los y las pediatras y se respeten los deseos de la madre, que al final es quien pone su cuerpo a disposición de la lactancia. A mi me puede parecer lo más bonito, práctico y natural del mundo pero puede que otra madre, por el motivo que sea, no quiera o no pueda dar el pecho. Pues… aunque me cueste de entender el no tener el deseo de dar el pecho porque para mí era algo que ansiaba con ganas, respeto que hay mil circunstancias y si no estamos en los zapatos de las otras… es muy difícil entender sus motivos.
Y tu, ¿cómo ha sido o está siendo tu lactancia? ¿Qué dirías cuando te cuestionan algún aspecto relacionado con tu lactancia? Te leo.