¿Por qué decidí ser madre soltera por elección?
Los orígenes
Hola amiga, ¿qué tal? Hoy respondo a algunas de las preguntas que más veces me realizan. Entre ellas, ¿por qué escogí ser madre soltera por elección, (si todavía era joven)? Sencillo. Toda mi vida, ¡toda!, he querido ser madre. Siempre me ha encantado jugar con peques y cuidar a niños/as. ¡Incluso cuando era pequeña ya cuidaba de primos, vecinos y amigos de la familia aunque solamente fueran unos años más pequeños que yo. Siempre me imaginaba cómo sería estar embarazada y ser madre, tener mis propios hijos o hijas y compartir juegos y momentos con ellos/as. Evidentemente, en mi mente me imaginaba con una pareja que ejerciera su papel en la educación de nuestros hijos/as, pero lo dicho, desde que tengo uso de razón, sabía que algún día formaría una familia.

Amiga, si este no es tu caso, no te fustigues. Conozco muchas mujeres que nunca han sentido la llamada de la maternidad hasta que un buen día la sintieron. También conozco mujeres que no saben si la sienten o no, y otras mujeres maravillosas de mi vida que tienen claro que la maternidad no va con ellas. Así que: «casos, mil».
Unas influencias maternas muy marcadas
Esta es otra de las razones por las que siempre he sabido que quería ser madre: mi madre y mi abuela siempre han sido unos pilares fundamentales en mi vida. La dedicación y la entrega que ellas han tenido a la familia, su carácter y los momentos que han compartido con sus hijos/as, sobrinos/as y nietos/as han forjado parte de mi carácter y han encendido desde temprana edad la llama de la maternidad. Su mirada hacia la infancia, protectora, cuidadora y de respeto, escuchándonos de verdad y teniéndonos en cuenta han sido la base para que la disciplina positiva resuene tanto conmigo.
¿Cómo tomé la decisión?
Más bien la elección me tomó a mí. A principios de 2020, justo antes de la llegada del Covid-19, me encontraba un día pasando el tiempo en internet cuando, de repente, me apareció un artículo que hablaba de una chica que era madre soltera por elección, y en el que contaba su proceso para quedarse embarazada. Creo que era la primera vez que escuchaba el concepto en sí de «madre soltera por elección», y me puse a buscar información por pura curiosidad. Busqué, también, como funcionaba el proceso de reproducción asistida, que opciones había e incluso me puse a mirar precios. Estuve leyendo también la experiencia de otras mujeres que habían tomado la misma decisión y, antes de darme cuenta, ya había decidido que eso era lo que yo quería. De repente algo hizo click en mí: iba a ser madre, no necesitaba esperar a encontrar una pareja que me cuadrase para compartir paternidad. ¡Ahí empezó mi camino hacia maternidad!

Y de repente, el Covid
Pues sí: de repente, el Covid. Esto retrasó ligeramente mis planes, aunque no demasiado, porque aproveche el tiempo de cuarentena para continuar informándome, contrastar opiniones de clínicas de fertilidad, leer la experiencia de más mujeres, etc. Empecé a hacer números y planes. Por aquella época estaba aún vivía con mis padres pero estaba a las puertas de mudarme (otra cosa que retraso el Covid). Decidí, con un remolino de vértigo y de anticipación en el estómago, que quería empezar ya a intentar quedarme embarazada. En ese momento tenia casi 29 años, nunca había intentado quedarme embarazada por lo que no sabía si tenia algún problema de fertilidad y si me iba a costar más o menos conseguirlo. Por lo tanto, decidí empezar «ya» puesto que, por lo que me había informado, el proceso puede ser largo y durar incluso varios años. Por supuesto, conté con la posibilidad de quedarme embarazada a la primera (spoiler: es lo que pasó), pero eso ya os lo contaré en otra ocasión.
La decisión final

Y así fue, amiga, cómo decidí ser madre soltera por elección. Lo vi claro, ¡clarísimo! Los motivos que me pasaron por la cabeza en ese entonces fueron los siguientes:
- No tener que esperar a encontrar pareja
- Saber que tomaré yo todas las decisiones relacionadas con la educación de mis hijos/as
- No tener que posponer mi maternidad hasta que la otra persona esté preparada
Por supuesto, hay contras que para mi eran salvables:
- Te tienes que encargar tu sola de todo
- La conciliación NO es sencilla (tampoco lo es en una familia biparental)
- Económicamente, tienes que mantener la familia con un solo sueldo
- Dispones de menos tiempo (aún) para auto-cuidados/tiempo para ti
Y así, como recomendaciones finales para tomar la decisión, si también te encuentras en la misma situación que yo:
- Asegúrate de tener una red de soporte
- En mi caso, principalmente son mis padres, que viven muy cerca de mí y me ayudan mucho con mi hija y mi hijo
- Si no tienes familia cerca, mira si puedes contar con amistades o si podrías tener un/a canguro para momentos en que lo puedas necesitar
- Hay una asociación (MSPE) de la que yo soy socia que también te proporciona soporte, te pone en contacto con otras mamis y crea tribu.
- Nunca es el momento perfecto, pero si sientes que es algo que quieres hacer, lánzate a la piscina. ¡Es maravilloso!
- Es fácil que los números no te salgan al 100% pero luego todo va cuadrando, vas aprendiendo, y vais pasando, quizás sin grandes lujos, pero con mucho amor y buenos momentos que es lo más importante.
¿Tienes alguna duda? ¿Quieres que explique alguna cosa más? Te leo en comentarios.